(*) El árbol de los ahorcados.
Todos sabemos que existen muchas historias y
leyendas. En España hay muchas de estas y más en los pueblos antiguos.
Entre varios de estos pueblos destacan los del
norte, allí entre uno de ellos se encuentra un sendero que los conecta. Andando
por él se halla en mitad del camino un árbol grande y frondoso donde sus
centenarias ramas son testigos de dichos mitos que relatare en esta ocasión.
Cuentan que todo comenzó allá por el siglo XVII,
cuando una familia bastante extraña, se presentó en uno de los pueblos donde un
pariente tenía una propiedad que se hallaba cerrado varias décadas.
El pueblo parecía tranquilo. Los nuevos residentes
no se mezclaban mucho. Sin embargo, todo cambio cuando comenzaron a ocurrir
sucesos extraños entorno a ellos, los niños ya no jugaban con los de la nueva
familia por miedo a que les hicieran algo y tras diversos altercados con los
adultos, los decanos del pueblo decidieron que nadie les debería dirigirles la
palabra; a ver si así se calmaban las cosas. Poco a poco el pueblo fue
dejándolos de hablar haciendo caso a las palabras sabias de los ancianos.
Fue tanto el mutismo con ellos, que la
familia decidió tomar justicia por mano
propia.
Pero les salió mal el plan establecido. Los ancianos
dictaminaron que esa familia tenía que ser extinguida, de la faz de la tierra
por querer matarlos con maleficios y brujería e intentar envenenar a sus seres
queridos. Por ello, después de diferentes comentarios los sorprendieron al alba
llevándoselos hasta el árbol que se encontraba a mitad del sendero. Allí, de sus
gruesas ramas los colgaron, los pusieron un saco de pólvora en el cuello a cada
uno. Según un vecino que había escuchado que así los seres infernales y
malditos, nunca resurgían del infierno al que fueron enviados.
Habiendo terminado el sacrificio y siguieron con sus
vidas, pero dictaminaron que todo aquel que se acercase, fuera castigado a
muerte. Desde entonces ninguno se atrevió a ir.
Lo que nadie se esperaba era que uno de los niños
logró escapar y ahora su descendencia sigue entre nosotros.
No te recomiendo que pases en la media noche cerca
del árbol, ya que se reflejan los cuerpos colgados de esa familia en sus gruesas
ramas. Y si te acercas incluso un poco más, puedes oír sus dolorosos lamentos.
Lamentos que se juntan a un malestar en tu cuerpo, una niebla comenzará a
seducirte y si te dejas llevar más…
(*) Adjunto antes el relato corto para que las personas que no vean bien la imagen, puedan leerlo sin problema.
-Relato escrito por Lily Tempeltom.
-Fotografía de Jesús Lorenzo.
-Si queréis ver más imágenes de él u otros relatos cortos de otras escritoras con sus fotografías, no lo dudéis y pinchar en el enlace: https://m.facebook.com/groups/426285380731557?ref=m_notif¬if_t=group_activity&actorid=100000846678015
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